martes, marzo 24, 2009

Sal sobre mi rostro


Salado madrugar lejos de mi alcoba,
he pensado en desnudarme sin remediar con los ojos de la noche,
pero es intenso el frio
que intenta acariciar mis partes,
penetrar mis sentidos,
y auyentar las melodìas osucuras del alma.

Pienso que siquiera ello debi permitir,
lo de las melodías que salan mi rostro,
al cerrar los ojos y viajar hacia allá;
algo parecido a un pasado,
pasado que ni pronunciaba futuro,
pasado que provoca mis pestañas,
darle duro y exprimir los ojos.

Siete sueños de la madrugada
a esta aciaga mañana,
siete sueños de fúnebres minutos
que reclaman venturas
paralelo inconciente, irreal,
insípido, inerte...

Muerte a los sueños
que atacan de madrugada
que cierran tanto los ojos
y salpican sal sobre los rostros
cansado de soñar
irrealidades
irrealizables
sueños inombrables
ahora ya inmemoriables

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